
Cuando Paloma Escribano fundó su proyecto visionario en el año 1998, tenía muy claro que quería elaborar vinos naturales, equilibrados y complejos en sintonía con el medio ambiente.
Esta filosofía es la columna vertebral de Virtus.


La vendimia se realiza a mano, seleccionando la uva en la cepa, transportándola inmediatamente a bodega para ser enfriada antes de pasar a la mesa de selección manual, donde sólo las uvas perfectas pasan a formar parte de nuestros vinos. Hacemos hasta tres selecciones de uva antes de que la uva entre en los depósitos.

En el interior de la bodega esperan a nuestros mostos un conjunto de pequeños depósitos de 5.000 L, referentes en Ribera de Duero, para realizar las microvinificaciones individuales de cada parcela.



