Virtus, el caballo ganador de Ribera del Duero

Instalamos una escultura de un caballo verde de cinco metros como símbolo de la vinculación de la familia con el mundo ecuestre

Armonía, equilibrio y expresión son tres términos que conectan al vino y a la doma de caballos; de la misma manera que está vinculado con ellos Íñigo López de la Osa Escribano, al frente de Virtus, en la DO Ribera del Duero.

Un caballo verde con un sombrero de copa rojo de cinco metros de altura con la mirada puesta en dirección al Castillo de Peñafiel da la bienvenida a la finca desde hoy, el símbolo que representa un cambio de rumbo, el relevo generacional de Virtus.

El artista Eduardo del Fraile ha sido una pieza fundamental en este cambio de época, pues ha sido el responsable de crear la nueva imagen de Virtus, así como la escultura del caballo. La pieza equina está inspirada en Sultán de Beaofour, el caballo Silla Francés con el que Íñigo celebró numerosas victorias en alta competición de salto.

“El cultivo de la vid y domar a un caballo, tienen muchas cosas en común”, comenta Eduardo, quien explica que, además, la escultura se ha planteado como un elemento más del paisaje, una intervención artística en un contexto muy inusual.

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