Este año 2023 es importante para nosotros porque esperamos ver los frutos de lo que hemos sembrado, en cuanto a la sostenibilidad ambiental se refiere y por la que mantenemos un gran compromiso.
Por un lado, porque hemos trabajado mucho para que nuestros viñedos logren la certificación ecológica y, aunque siempre hemos trabajado de forma respetuosa en el campo, esperamos obtener el sello próximamente.
Por otro, hemos decidido continuar avanzando para ser aún más sostenibles e ir reduciendo nuestra huella de carbono. ¿Cómo? Cambiando el formato de las botellas para Virtus Gran Reserva.
Pero vayamos por partes y entendamos primero a qué queremos contribuir realmente.
¿Qué es un vino ecológico?
¿Qué es la huella de carbono?
Huella es una marca, una señal, un impacto… Por tanto, la huella de carbono muestra “la impresión profunda y duradera” (definición de la RAE) que deja la emisión de gases de efecto invernadero.
Durante los últimos años, el objetivo ha sido minimizar dichas emisiones, empezando por la viticultura ecológica y siguiendo por otras prácticas responsables en todo el proceso de elaboración de un vino hasta su consumo.
Los gases de efecto invernadero son de origen biológico e industrial. Los principales son: hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos, óxido nitroso, perfluorocarbonos, metano y, quizás el más conocido, dióxido de carbono.
Este es el gas que más contribuye al efecto invernadero. El proceso productivo del vino. No es particularmente contaminante (1,5 Kg de CO2 por cada botella de 75 cl.), pero sí se genera emisión de C02 sobre todo durante la fabricación de las botellas, por ejemplo, y su transporte.
Nueva botella para Virtus Gran Reserva
Ahora existen nuevos formatos para envasar el vino alternativos a la botella de vidrio, como el bag in box o las latas, aunque la botella se asocia con vinos de calidad.
Pero principalmente se eligió este material y, de color verde, preferiblemente, porque protege y conserva mejor el vino.
Además, a priori, el vidrio es el material más sostenible: se extrae de algunos recursos abundantes en la naturaleza como la sílice y es 100% reciclable.
Sin embargo, no es suficiente para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, porque hay que tener en cuenta otros factores como el proceso de fabricación, el reciclado o el transporte: por ejemplo, si se reduce su peso, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero.
Está claro que urge tomar medidas para responder al cambio climático desde el viñedo y pasando por toda la cadena de producción.
La industria sigue investigando cómo poder adaptarse a esta cruda realidad ambiental y, de momento, reducir el peso de las botellas es una de las soluciones planteadas en Virtus.
Y esa es la línea que hemos seguido en Virtus Gran Reserva y que esperamos continuar con el resto de nuestros vinos. Desmitificamos la idea que aún perdura de asociar los vinos de gran calidad a botellas de mayor grosor y, por tanto, peso.
Es cierto que existen muchas variables difíciles de cuantificar, como la sostenibilidad como parámetro económico. El respecto por el medio ambiente es más que eso, es compromiso con el planeta, es aportar un granito de arena para asegurar el futuro a las generaciones…
Ese esfuerzo casi será una obligación – afortunadamente- porque, en 2050, Europa pretende ser climáticamente neutra.