En el periodismo existe una máxima que es simplemente responder en cada noticia a 5 preguntas. Se les llama las cinco uves dobles (5 W´s) porque responde a: who, what, when, where y why. A estas se suma una H, de how. Traducido al español, las cuestiones a resolver son: quién, qué, cuándo, dónde, por qué y el cómo.
Esto mismo se te pasará por la cabeza a la hora de plantearte comprar un vino:
- con quién lo tomarás
- qué tipo de vino buscas
- cuándo lo catarás, para su correcta conservación
- dónde comprarlo
- por qué, no hace falta ni preguntártelo porque siempre hay motivos para beber vino
- el cómo, con qué acompañarlo o armonizarlo
Vamos a responder a cada una de ellas, pero sobre todo, haremos hincapié en el dónde, qué y cuándo.
¿Dónde compro el vino?

Quizás sea la que más dudas genera a la hora comprar. Sin duda lo mejor es bueno acudir a tiendas especializadas, vinotecas, donde te pueden asesorar según gustos o presupuesto, entre otros aspectos.
Además, en este tipo de tiendas suelen publicar promociones u organizar catas, que pueden ayudarte a ampliar tus conocimientos y a descubrir vinos.
La más sencilla y, normalmente, mejor precio, es el supermercado o hipermercado. Es cierto que suelen ofrecer una gran variedad y, en muchos de ellos, apostar por los vinos de la zona. Pero comprar en lineal tiene sus desventajas: el control de la temperatura, la exposición de las botellas a la luz, la poca rotación, es decir, cuánto llevan en las estanterías…
Afortunadamente, cada vez más las grandes superficies tienen un área especializada en vinos, pero, en muchas ocasiones, no hay nadie que pueda aconsejar. Una opción es llevar una App en el teléfono que te ayude a buscar cierta información.
Comprar a las propias bodegas es una gran opción. Puedes adquirir tus vinos favoritos o recomendados a un precio menor que en hostelería o en tienda. Ya casi todas venden online y el pedido llega a la puerta de tu casa. Si no, también puedes aprovechar para acercarte y practicar enoturismo. La experiencia siempre será más completa.
Otra opción son los marketplace online, que incluyen muchas referencias. En este caso es preciso tener precaución y revisar el importe final de cada botella, al incluir los gastos de envío, se evitan sorpresas.
¿Qué vino compro?
A la hora de comprar un vino entran en juego sobre todo los gustos de cada uno: si eres más de blancos, de tintos, de rosados, de espumosos, de dulces… y dentro de ellos, de qué zona, país, variedad… y ahí se abre un abanico inmenso de posibilidades.
También depende de con qué y con quién lo vayas a acompañar, porque eso quizás ayude a afinar o filtrar aún más la búsqueda. El presupuesto, otra de las variables que inciden en la decisión.
Puedes ser aficionado a los vinos o un auténtico winelover y saber perfectamente el vino que buscas o te puedes guiar por recomendaciones de amigos, de expertos en vino en redes sociales, revistas, bodegas… O, hablando de guiar, consultar algunas de las guías que existen en el mercado o en internet, como Peñín o Repsol.
¿Cuándo lo cataré?
Es importante saber cuándo vas a catar el vino que compras. Algunos tienen gran capacidad de guarda, es decir, que mejoran con los años, evolucionando en botella. Pero tienes que disponer de la información completa para saber cuánto puedes guardar el vino. Un ejemplo de esto es Virtus Gran Reserva, que está fantástico ahora, pero mejorará con el tiempo.
Si el vino elegido lo compras para una cena en tu casa, deberás saber qué temperatura de servicio es la recomendada para el tipo de vino escogido y tenerlo listo para el momento de servirlo. Mientras, lo ideal es mantener las botellas en horizontal, en un espacio donde no reciban luz directa y la temperatura sea lo más constante posible.

¿Cómo y con quién lo beberé?

Para finalizar, o comenzar (según se mire) tú sabrás bien con quién lo probarás. Y si lo tomas solo o en compañía, no solo de personas, porque un libro o una película, también es una excelente opción.
El cómo armonizarlo puede ir desde lo más básico, como el queso (que es diverso y universal), a maridajes más arriesgados que sobrepasen la tan arcaica idea del blanco con pescado y el tinto con carne.
¿Por qué?
Es una pregunta retórica. No buscamos respuesta. Los amantes del vino no se cuestionan este porqué, porque siempre hay motivos para abrir una botella y disfrutar y vivir el vino.
Ver artículo Bodegas Virtus, El Sueco y la fiesta del cangrejo, el maridaje perfecto.