¿Cómo será la vendimia 2023?

vendimia 2023

Atrás quedan las vendimias históricas de Ribera del Duero en el mes octubre, en torno al puente del Pilar. 

En Bodegas Virtus, el año pasado, con un verano de calor extremo, comenzamos con las uvas tintas el 22 de septiembre. Y esta añada parece que vamos a cumplir los mismos plazos.

Si bien, en palabras de nuestro enólogo, Ernesto Peña, este ha sido un año muy dispar y “raro”, climatológicamente hablando. 

Año climático

En Ribera del Duero, el clima es mediterráneo de fuerte continentalidad. “un clima extremo: veranos secos, inviernos largos y rigurosos, baja precipitación (<400 mm/año) y una gran oscilación térmica (de -20º a 42º C)”, tal y como se define oficialmente.

Aunque nuestra zona no se caracterice por las lluvias, ha sido un año seco en general. La gran ventaja con la que contamos es la amplitud térmica entre noche y día. La temperatura nocturna contrasta con la diurna, que es muy alta, lo que permite una mejor concentración de azúcares y el mantenimiento de la acidez.

Sin embargo, este año ha sido extraño porque en primavera apenas llovió, pero sí lo hizo en junio y a principios de septiembre, tras haberse registrado las temperaturas más altas del verano durante la segunda mitad de agosto.

Además, en mayo se produjo un golpe de calor que aceleró la bortación, seguido de una alguna helada tardía, que nos hizo temer por parte de la cosecha. Un tiempo algo loco, que también está volviendo locos a los viticultores y enólogos. 

La sequía siguió siendo la gran protagonista, y la tercera semana de agosto llegó con una intensa ola de calor. Aun así, las cepas han aguantado bien; pero siempre, hay ventajas e inconvenientes. 

Por un lado, la generalizada falta de lluvias ha reducido el riesgo de enfermedades provocadas por hongos, por la humedad; no obstante, las últimas precipitaciones nos han dejado al límite de tener que lidiar con mildiu u oídio. 

Y por el contrario, esa misma agua que ha caído en septiembre, en la recta final de la maduración, ha permitido que esta se haya equilibrado porque venía un tanto desigual, según zonas. La uva ha mantenido la acidez y el grado y el agua no ha hecho crecer la baya y hacerle perder calidad.

Así que, en general, la sanidad y salubridad de las uvas en incuestionable. 

Por eso es tan importante todo el trabajo previo y a lo largo del ciclo en el viñedo, como el correcto y adecuado manejo de la vegetación para evitar insolaciones o humedades. 

Vendimia en Bodegas Virtus

La helada tardía de mayo, tras el golpe de calor, dejó algunas viñas muy tocadas, como las de la zona de Villálvaro (Soria) y Hontoria de Valdearados (Segovia). Les costó mucho recuperarse y nuestro enólogo y su equipo llegaron a pensar que este año no podrían vendimiar. 

Pero la vid nunca deja de sorprendernos y ha resistido hasta la vendimia, siendo las cepas más viejas las que más recursos tienen para mantenerse, gracias a la profundidad de sus raíces. 

A mediados de septiembre, se ha comenzado a meter en bodega la parte de Zazuar (Burgos), de la variedad albillo mayor, con una merma de la producción debido a la sequía. 

Después, está previsto comenzar con la garnacha, continuar con otras parcelas de albillo mayor, para empezar a recoger tempranillo en torno a las mismas fechas del año pasado. 

Un año raro en lo climatológico, que ha tenido sus consecuencias raras en el viñedo. Los suelos más frescos nos han dado bastantes alegrías. Como los terrenos situados en las vegas o el viñedo que tenemos a las puertas de la bodega, que han tenido una gran respuesta.

De lo que no cabe duda es que, en Bodegas Virtus, trabajamos por mantener la excelencia en nuestros vinos cada año, a pesar de las adversidades. Porque el vino es clima, es suelo y es la mano del hombre. Solo la meteorología es la que no podemos controlar, pero el resto de factores sabemos adaptarlos para que El Sueco tinto, El Sueco Albillo Mayor y Virtus Gran Reserva de esta añada 2023 lleguen a tu copa con la mejor calidad posible.

GRAN RESERVA

EL SUECO

ALBILLO MAYOR

EL SUECO

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