Las tres erres del vino: Reducir, Reciclar y Reutilizar

Consejos para escoger un vino

La sostenibilidad, la reducción del impacto medioambiental y de la huella de carbono son tres aspectos que, en el mundo vitivinícola, se trabajan a diario desde el viñedo, en el proceso de elaboración, pero también en la comercializador y después del consumo. Ese es una de las claves de la filosofía de Bodegas Virtus.

Recibe el nombre de economía circular y tan solo tres palabras que empiezan con erre te harán entenderlo fácilmente: Reducir, Reciclar y Reutilizar. Es un sistema o modelo de producción que trata de aprovechar recursos para darles una segunda vida y disminuir los residuos.

En el caso de Bodegas Virtus, ya trabajamos en el campo con técnicas basadas en una filosofía ecológica y vamos dando pequeños pasos en nuestro compromiso firme con el medio ambiente, reduciendo el peso de la botella de Virtus Gran Reserva, por ejemplo. 

Las tres erres del vino. Reducir, Reciclar y Reutilizar

¿Qué es un vino ecológico?

Reducir, Reciclar y Reutilizar

El vidrio es el envase más fácil de reciclar y reutilizar, pero la industria, cada vez más concienciada, apuesta también por materiales que permitan cumplir con las tres erres para las cápsulas, tapones, etiquetas…

En el caso del vino, esa concienciación viene desde el campo, ya que se trata de un producto totalmente vinculado a la naturaleza, cuidando los viñedos, tratándolos sin químicos, usando cubiertas vegetales, manteniendo la biodiversidad de una manera natural, exigiendo poco a las uvas para que se expresen libremente…

En Virtus, seguimos trabajando concienzudamente para conseguir que nuestros viñedos obtengan la certificación ecológica.

Pero la idea va más allá de lo puramente relacionado con la  producción de uvas y elaboración del vino, la filosofía ecológica se extiende al embotellado, transporte y distribución.

GRAN RESERVA

Reducir

Si nos centramos en el vino, el envase más utilizado es el vidrio, aunque cada vez proliferan más nuevos formatos como las latas.

El vidrio, sobre todo de color verde, se eligió porque protege y conserva mejor el vino. Además, es el más sostenible y es reciclable al 100%. 

Pero su fabricación y su peso son importantes a la hora de emitir menos gases de efecto invernadero. Por eso en Bodegas Virtus apostamos por reducir el peso de la botella de Virtus Gran Reserva, manteniendo la imagen y calidad de siempre.

La cápsula de aluminio se dice que está condenada a desaparecer. Cada vez vemos más botellas lacradas. De hecho, suponen un gran coste y no son fáciles de reciclar, aunque cada día aparecen nuevos materiales que si son sostenibles.

Lo idóneo en el momento de reciclar una botella sería despegar la etiqueta, pero esto es un poco complicado. Por eso, se estudia la posibilidad de fabricarlas hidrosolubles, biodegradables o compostables. Esto permitiría separarlas bien en las plantas de tratamiento. Otra opción es serigrafiar el vidrio para minimizar el uso de papel. 

Reciclar y reutilizar

El vidrio es un material que puede reciclarse varias veces y recuperar casi el 85% del material para fabricar otra botella. Y el verde, es más económico, y contiene ya mucho porcentaje  de material reciclado. 

El corcho es el sistema de cierre más utilizado en el Viejo Mundo, es natural y es 100% sostenible, por eso hay que deshacerse de él en el contenedor orgánico.  

Las cápsulas de plástico o las de estaño tienen más posibilidades de ser recicladas, pero, en cualquier caso, no se deben tirar con la botella al contenedor verde, sino en el amarillo.

Sin lugar a dudas, otros elementos como redecillas metálicas que envuelven botellas o algunas otras fundas de mimbre o yuta, o el poliespan y plásticos en los embalajes, por suerte cada vez son menos usados.

Botellas de vino y huella de carbono, compromiso Virtus

En definitiva, la economía circular busca reducir, reciclar y reutilizar todos los elementos que, en este caso, se emplean en la cadena de producción de un vino para darle una segunda vida. Y también se pretende encontrar la fórmula para que su fabricación sea más sostenible.

Ya no solo por disminuir el impacto medioambiental y la acumulación de deshechos, sino también costes, que conlleva un efecto positivo para las empresas a nivel social y de responsabilidad corporativa.

El planeta lo agradecerá y nosotros también. Respeto mutuo.

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